"Hay hombres que de su cencia
tienen la cabeza llena;
hay sabios de todas menas,
mas digo sin ser muy ducho,
es mejor que aprender mucho
el aprender cosas buenas"
(Martín Fierro)

lunes, 15 de junio de 2009

Aquí les presentamos al colegio Don Bosco, lugar donde estamos haciendo nuestras prácticas:


Nombrar el Colegio Don Bosco remite necesariamente a hablar de la obra salesiana.

a. La obra salesiana
Los Salesianos de Don Bosco fueron fundados el 18 de diciembre de 1859 por san Juan Bosco en el Oratorio de San Francisco de Sales, Valdocco, Turín (Italia). El nombre dado por el fundador fue el de Pía Sociedad de San Francisco de Sales cuya finalidad fue, y sigue siendo, la atención educativa y formativa de los jóvenes, sobre todo de aquellos que se encuentran en situaciones de desventaja económica, marginalidad o en riesgo. El objetivo de la acción educativa de todo salesiano es la formación de "buenos cristianos y honestos ciudadanos" a través de lo que San Juan Bosco llamó el Sistema Preventivo el cual descansa en tres pilares fundamentales: la razón, la religión y el amor.
En 1875 sale desde Italia para Argentina un grupo de salesianos para fundar la primera presencia fuera de Italia. Desde su llegada a la Argentina, procuraron ubicarse en las zonas de mayor conflictividad social, emprendiendo servicios de promoción integral para los niños y jóvenes de todo el país, de acuerdo a su idiosincrasia cultural y realidad geográfica. Los salesianos, organizados en cinco regiones o Inspectorías, trabajan en la actualidad en 128 países, y tienen una vasta red de obras que incluyen colegios, centros juveniles, parroquias, centros de atención al niño de la calle, entre otras.

b. El Colegio Don Bosco
En 1952 Monseñor Dr. Emilio Di Pascuo gestionó la autorización para instalar en la ciudad de San Luis un establecimiento educativo atendido por los padres salesianos. El gobernador Ricardo Zavala Ortiz autorizó la creación de una escuela primaria con el nombre de “San Carlos Borromeo” a cargo de dicha Congregación, estableciéndose en la calle Felipe Velázquez N° 471. Fue el primer internado para varones de la provincia cubriendo así una gran necesidad para muchas familias. Su primer director fue el Padre Antonio Giraudo y lo acompañaban el padre Alfredo Racca y un clérigo. El 19 de marzo de 1962 inicio el año lectivo en un espacio propio, ubicado en Tomás Jofre N°1350. En esta ocasión Monseñor Cangiano recordó el humilde inicio de la obra de Don Bosco en el mundo, y sobre todo la acción evangelizadora de los salesianos en la Patagonia. Recordó la asistencia y protección de María Auxiliadora para todos aquellos que estuvieran en una Casa Salesiana.
Entrado el año 1964 se autoriza el cambio de nombre, deja de ser San Carlos Borromeo para pasar a denominarse Colegio Don Bosco. Actualmente, como colegio congregacional, depende de la Inspectoria San Francisco Solano, región noreste con sede en Córdoba (Argentina).
A nivel administrativo, posee distintos órganos que ayudan al funcionamiento de la vida institucional. Por un lado, se encuentra el Consejo de Comunidad conformado por el Padre Director, el Hermano Coadjutor y el Padre Coordinador de la Pastoral Juvenil. Por otro, se encuentra el Equipo de Coordinación de la Unidad Escolar (ECUE) conformado por el Padre Director, el Rector, los Directores, Secretarios, Administrativos y el Coordinador de la Pastoral. El mismo es un órgano de toma de decisión en orden a lo institucional.
A nivel pedagógico didáctico, sigue los lineamientos del método preventivo. El lema salesiano 2009: “Comprometidos con la vida de los jóvenes, crecemos como familia salesiana”, resume esta modalidad en dos acciones claves dentro del carisma salesiano: prevenir y asistir que se concretan, a su vez, en cinco líneas de trabajo, mencionadas por la asesora durante la entrevista:
+ compartir otros espacios fuera del aula con niños y jóvenes,
+ observar para asistir (no como asistencialismo sino como acompañamiento del alumno),
+ visualizar la problemática de los más necesitados y acompañarlos,
+ escuchar y esperar el tiempo del otro,
+ asistir con el diálogo, sin abandonar la exigencia.
Como Escuela Pastoral, busca impregnar toda la vida institucional del Espíritu Evangélico, el Colegio une razón y religión siendo esta última la base de la educación. Esta visión implica que cada profesor, enseñando su materia, haga pastoral, evangelice educando. Esta unión entre religión y vida excede el ámbito áulico para constituirse en un trabajo institucional. La unidad entre razón, religión y vida, no implica que se privilegie una de ellas en desmedro de otra, sino que se busque una armonía a fin de formar a los jóvenes tanto humana como cristianamente.
Acompañan, de modo especial, el proyecto salesiano, la Unión de Padres de Familia. La misma es conducida por una comisión formada por un número limitado de padres que se encargan de coordinar y dirigir actividades de formación humana, cristiana y salesiana.Otra forma de transmitir el espíritu salesiano es la promoción y coordinación de distintos movimientos, tales como Mallín, los Exploradores, el Oratorio, la Legión de María, las Hijas de María Auxiliadora y los Catequistas. Estos grupos son para los alumnos y también para todo aquel que esté interesado en participar. Si bien cada uno, como grupo, tiene una identidad diferente; todos comparten el objetivo de crecer en la vida cristiana.

c. Problemática y proyecto de intervención
Como en toda institución, el Colegio debe enfrentar una serie de problemáticas de distinta índole. La más relevante y la que nosotros pudimos visualizar luego del hacer el diagnóstico institucional, tiene que ver directamente con la práctica docente, más concretamente sobre la necesidad de los docentes de reflexionar sobre sus prácticas (en orden a ayudar a que sus alumnos aprendan mejor). Esta problemática surge fuertemente en las voces de los distintos actores, sobre todo de los alumnos. Su causa principal está dada en que por más de 20 años los docentes han trabajo solos, sin alguien que los ayude, guíe y oriente en su quehacer pedagógico. Debido a un proceso de transición que está sufriendo el colegio desde el año pasado, esta problemática emerge con gran fuerza por lo que se está trabajando en orden a poder superarla.
Nosotros, acompañando a este proceso de cambio, donde se incluye, con fuerza, la evaluación de la tarea docente, es que como propuesta de intervención hemos planificado realizar una jornada de reflexión con los profesores del nivel secundario, para que se pueda, a partir de una vuelta al modelo de docente que propone San Juan Bosco en el sistema preventivo, trabajarlo en la realidad actual. Es para nosotros una tarea ardua pero, sin dudas, desafiante ya que hace directamente a nuestra tarea como pedagogos. Luego les contaremos como resultó la experiencia…